BACKGROUND – ANACREDIT

Desde el 2014, el Banco Central Europeo (BCE) ha desarrollado un conjunto de medidas de supervisión dentro del Eurosistema y del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) (introduciendo el Mecanismo Único de Supervisión) con el fin de recopilar información sobre los datos de crédito granular.

Con base en el Reglamento (CE) nº 2533/98 del Consejo, de 23 de noviembre de 1988, el BCE inició en 2011 un nuevo proyecto para recoger al detalle todos los datos sobre los préstamos bancarios en la zona del euro. Este nuevo proyecto, AnaCredit (Analytical Credit Datasets), como el propio nombre indica, pretende agregar el conjunto de datos analíticos relativos al crédito a nivel individual.

En 2015, el primer borrador de la nueva reglamentación proporcionaba el alcance, los requisitos estadísticos y las obligaciones de divulgación, entre otros, de AnaCredit. Con un calendario muy apretado, siendo necesario divulgar información de forma mensual, cuatrimestral o, en algunos casos, anual, AnaCredit puede convertirse en un gran obstáculo para la necesidad de compliance por parte de las entidades de crédito y financieras de los Estados miembros.

ACORDO DE BASILEIA III

La crisis financiera internacional hizo evidentes las fragilidades del sistema regulador de los mercados financieros y mostró la falta de eficiencia en los procedimientos de gestión de riesgos en el sector financiero. En este contexto, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS Basel Committee on Banking Supervision) definió las nuevas normas conocidas como Basilea III, con el fin de perfeccionar las “reglas de definición de capital global y liquidez para aumentar la estabilidad del sector”.

Basilea III se basa en tres pilares definidos en el acuerdo Basilea II y se ajusta al actual desafío real de los mercados financieros, en particular:

  •  Una definición más rigurosa de los capitales con el fin de garantizar una mayor cantidad, calidad, transparencia y coherencia de base de capital;
  •  La introducción de los nuevos buffers de capital (Capital Conservation Buffer y Countercyclical Capital Buffer);
  •  El fortalecimiento de la cobertura de riesgo, incluido el riesgo de crédito de contraparte (CCR Counterparty Credit Risk);
  •  La aplicación del ratio de apalancamiento (Leverage ratio) con el fin de complementar el marco de Basilea II, basado en el riesgo;
  •  La implementación de nuevos ratios de liquidez a corto y largo plazo (LCR Liquidity Coverage Ratio y NSFR Net Stable Funding Ratio);
  • La introducción del concepto de entidades sistemáticamente importantes (Systematically Important Financial Institution).

QSCORING

El 1 de julio de 2017 entró en vigor la cuarta Directiva de la Unión Europea sobre la prevención del blanqueo de capitales. La nueva directiva prevé una supervisión constante de todos los clientes, reforzando la necesidad de una evaluación de riesgo continua, basada en la información proporcionada por los clientes o recogida de otras fuentes.

Uno de los métodos más exitosos para tal evaluación es el scoring. Con base en diferentes factores de riesgo, y de perfil, el scoring asigna una puntuación a cada cliente, teniendo en cuenta la información que el cliente proporciona, en el momento de apertura de cuenta, o que la institución va recogiendo, a lo largo del tiempo, en la base de datos. La solución de scoring utiliza algoritmos avanzados para calcular el nivel de riesgo de ese mismo cliente.

La solución de puntuación de Quidgest, QScoring, está preparada para analizar e implementar diferentes tipos de información y consolidarla a través de un sistema de puntuación.

 

DESAFIOS | ANACREDIT

Debido a la complejidad de esta nueva obligación, es natural que las entidades afronten algunas dificultades para cumplir con las directrices del BCE. Los principales obstáculos identificados pueden ser:

  • Calidad de los datos: aunque aún no se ha publicado la reglamentación final de toda la información que debe reportar obligatoriamente AnaCredit, muchos de los atributos que ya ha revelado el BCE no se han exigido anteriormente a efectos de reporting. De esta forma, muchas entidades pueden enfrentarse a grandes dificultades a la hora de aportar los datos requeridos.
  • Granularidad de los datos: una de las principales características del nuevo reporte AnaCredit es el nivel de granularidad de los datos que las instituciones tienen que reportar. Esta granularidad implica que la información tenga la calidad necesaria que muchas veces las instituciones no poseen.

Reporting: a este nivel de los datos exigidos por AnaCredit se podrán revelar algunas fragilidades en los mecanismos y procesos de reporte que las instituciones poseen.